El proyecto de ley para prohibir la privatización o cierre de organismos científicos, como el Conicet, recibió dictamen por unanimidad en el Senado.
La iniciativa había sido presentada por la presidenta de la comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara alta, Silvina García Larraburu, y se trata de una respuesta a los dichos del candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei. El economista había manifestado que dejaría de invertir en el sistema científico nacional al considerar que debe ser un tema en manos del mundo privado.
El pasado miércoles, los senadores de la comisión dieron el visto bueno al proyecto de ley que declara "actividad esencial el desarrollo de la ciencia y la tecnología en todo el territorio nacional", consignó la agencia Noticias Argentinas.
El proyecto de ley apunta a garantizar la continuidad del funcionamiento de los organismos e instituciones científicas, "los cuales no podrán ser sujetos de privatización, tercerización de actividades, ni cancelación de programas".
"No podrá reducirse el porcentaje de financiamiento presupuestario destinado al sostenimiento de los organismos/instituciones" en cuestión, añade el texto.
En el primer lugar de la nómina de entidades científicas y tecnológicas “protegidas” de una posible privatización, en caso de que Milei cumpla con sus dichos, figura la Fundación Miguel Lillo de Tucumán, que depende del Ministerio de Educación nacional.
La entidad funciona dentro de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y “es una institución científica de proyección regional, nacional e internacional se dedica a la investigación, protección y difusión científica y cultural de la flora, la fauna y la gea”, se refleja en el texto de la iniciativa firmada por los senadores Silvina García Larraburu, Antonio Rodas, Silvia Sapag y Alberto Weretilneck.
Además, recalca: “Nace gracias al legado de uno de los más grandes naturalistas del siglo XX: el Dr. Miguel Lillo. Desarrolla su actividad en cuatro áreas científicas: Botánica, Geología, Zoología y Biología Integrativa”.
“Sus misiones y objetivos apuntan a la investigación científica y desde su creación ha mantenido la responsabilidad de formar, enriquecer, custodiar y estudiar las colecciones Biológicas, Paleontológicas y Geológicas, valioso patrimonio natural y referencia de investigadores del país y del exterior. Asimismo, ha desarrollado modernos laboratorios dedicados a la investigación en Ciencias Naturales -tanto en ciencia básica como aplicada- con proyectos enfocados a responder problemas y necesidades locales y regionales”, indica.
La Fundación también “cuenta con áreas de extensión y difusión de las Ciencias Naturales: Museo de Ciencias Naturales, Museo Histórico Miguel Lillo, Jardín Botánico y Centro de Información Geobiológico del NOA (Biblioteca); y con áreas de extensión cultural e histórica: los Centros “Cultural Alberto Rougés” y “de Estudios Juan Dalma”.
“La Biblioteca es un apoyo fundamental para los investigadores: sus libros y publicaciones son consultados permanentemente por investigadores de todo el mundo. Nace gracias a la biblioteca personal de Miguel Lillo, cuyos más de 11 mil libros se conservan hoy. El Jardín Botánico y el Museo de Ciencias Naturales transfieren a la sociedad los conceptos de valoración, preservación y cuidado del medio ambiente”, añade.
Y finaliza: “Los centros culturales Rougés y Dalma y el Museo Histórico Dr. Miguel Lillo, que integran las ciencias y las humanidades, completan la esencia de la FML y tienen el fin de incrementar las vocaciones científicas y la apropiación social del conocimiento”.
Además de la Fundación Miguel Lillo, los organismos beneficiados serían el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet); la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA); la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae); el Instituto Nacional del Agua (INA); el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG); el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Mincyt); el Instituto Geográfico Nacional (IGN); el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); el Servicio Geológico Minero (Segemar); la Administración Nacional de Laboratorios (Anlis); el Servicio Hidrográfico Naval (SHN); el Centro de Investigación en Tecnologías para la Defensa (Citedef); el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres); el Instituto Antártico Argentino (IAA); y el Área de Investigación y Desarrollo de las Universidades Nacionales.